miércoles

Bizarrísimo

He aquí una nota que tuve que escribir para Gráfica hoy haha me pareció una escena muy divertida y tenía que compartirla :)

Gancho, hook, uppercut y piñas entre disfraces. No se trata de 100% lucha ni un evento de box relatado por Osvaldo Príncipi, sino de un grupo de “artistas” disfrazados de Bob Esponja, Barney, el Hombre Araña y Piñón Fijo que luego de ofrecer un show bastante deplorable en Villa Insuperable, protagonizaron una pelea más que divertida.

Domingo soleado, casi ideal. Los vecinos habían organizado un Festival Infantil, el espectáculo principal: Barney y sus amigos. 3 pesos la entrada para los menores, 5 para los mayores. Los chicos entraron contentos con sus padres, ansiosos por divertirse con el show que estaba por empezar pero, se encontraron con algo totalmente… indescriptible.

El show consistía en un grupo de “actores” disfrazados de los ya conocidos Bob Esponja Pantalones Cuadrados, El Dinosaurio Barney, El Payaso Piñón Fijo y El Increíble Hombre Araña. Al “espectáculo” lo acompañaba una música que dejaba bastante que desear y un baile que no había sido coreografiado precisamente por Reina Reech.

Una vez finalizado el show, el señor Fijo se paseó entre la mirada enfurecida del público vendiendo golosinas cuando una de las abuelas presentes, Aída Sosa, se le acercó para comentarle lo que le había parecido la “obra”. La respuesta del payaso fue lo que activó la primera campana.

¡Compañeros! Brazo extendido, puño cerrado…

“¡Me puteó! ¡me puteó!”, gritaba Aída desconsolada. El resto de los adultos se acercó y la pobre abuela les contó lo que había sucedido. Gritos e insultos hasta que el tío de uno de los nenes dió el primer golpe.

Primer round: Barney se acercó a defender con un par de empujones a su compañero Piñón. Diez hombres se le abalanzaron, pero el dinosaurio no bajó los brazo y al ritmo del “chuchu uá” se escudó y enfrentó con estilo.

Mientras tanto, sus compañeros alentaban desde afuera del ring a su compinche que estaba siendo derrotado al verse superado en número. En la escena solo faltaba Leo Montero relatando cada uno de los ganchos y esquives que el luchador violeta y verde aplicaba en el escenario.

Ni el famoso superhéroe se animo a “arañar” a estos padres rabiosos, ni Piñón Fijo arrimó alguna piña, ni el pobre pantalones cuadrados se acercó porque estaba muy ocupado huyendo de los chicos traviesos que amenazaban con despedazarle su disfraz de goma espuma.

Todo concluyó cuando dos patrulleros entraron en escena dar fin al último asalto. No hubo detenidos ni heridos, salvo un par de chichones y trajes rotos.

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